La malignidad de la nueva política de privacidad de Google Inc.

El abrupto cambio en las políticas de uso de los servicios ofrecidos por Google Inc. se suma a una serie de hechos alarmantes de desprotección de la privacidad a nivel mundial (entre otros, el caso del software espía Carrier IQ o las anacrónicas propuestas en la Unión Europea). A pesar de las denuncias e investigaciones en su contra, Google Inc. lanzó una mega campañade (des)información con el objeto de imponer sus nuevas condiciones globales a partir del 1 de marzo de 2012.

El anuncio realizado por Google Inc. a nivel mundial dejó con la boca abierta a muchos. Varios de los que mostraron su dentadura eran representantes del Congreso de Estados Unidos. El 26 de enero ocho miembros de dicha Cámara, cinco Demócratas y tres Republicanos, enviaron un pedido de información a Larry Page, fundador y jefe ejecutivo de Google Inc., queriendo saber algo más sobre los próximos movimientos del gigante de Internet.

¿Qué preguntaron los Representantes Norteamericanos a Google Inc.? Bueno, hicieron preguntas técnicas, lógicas y de sentido común. Por ejemplo, luego de tanta (des)información, ¿en qué consisten realmente los cambios que anunciaron? El 1 de marzo, ¿podrán los usuarios rechazar las nuevas políticas y seguir usando los servicios bajo las actuales condiciones? (ver pregunta 6). Estos y otros puntos definen cuán benévola o maligna es la nueva política de privacidad.

La respuesta de Google Inc. no se hizo esperar. En su carta abordan la mayoría de los puntos, pero lo hacen como un refrito tautológico de su moralina corporativa. Lejos de ser transparentes, de dar precisiones técnicas, de ofrecer datos concretos o, por ejemplo, de publicar los documentos legales en cuestión, Google Inc. expresó al Congreso Norteamericano que el revuelo público sólo se debía a un mal entendido (misconception) por la “actualización” de su política de privacidad.

Las respuestas dejan claro que ni antes, ni ahora, ni luego del 1 de marzo los usuarios van a saber qué hace Google Inc. con los datos recolectados. Es cierto, otras corporaciones como Facebook o Microsoft tampoco lo hacen. Sin embargo, sólo Google Inc. lleva adelante una insólita campaña de propaganda para convencer a sus usuarios sobre la benevolencia, eficacia y transparencia de su nuevo (pero aún secreto) sistema corporativo de gestión de la privacidad. ¡Es una cuestión de fe!

Las respuestas de Google Inc. también dejan muy claro que la fe es un don divino, se tiene o no se tiene. ¿Creer o reventar? Sí, justo, ni más ni menos. A pesar de las denuncias de EPIC (Electronic Privacy Information Center) y las investigaciones en la Unión Europea, Google Inc. va a imponer estas condiciones a todos sus usuarios globales. ¿Alguna opción? Sí, quienes las consideren injustas, ilegítimas e ilegales, podrán dar de baja sus cuentas. ¿Violento? ¿Rehenes?

Google Inc. está redefiniendo tecnológicamente y de facto qué son y cómo se gestionan los datos personales, la intimidad y la privacidad a nivel mundial. ¿Barack Obama le habrá concedido algo a Google Inc. en época de elecciones? Es cierto, aún quedará fuera del nuevo estándar corporativo China y otros países. Pero, ¿qué harán los expertos reguladores de la Unión Europea? ¿Qué pasará en los países de América Latina? Finalmente, ¿qué harán los usuarios / rehenes?

El cambio en las políticas de privacidad de Google Inc. afectará a más de mil millones de personas alrededor del mundo. Google Inc. es algo más que una simple corporación comercial. Es una inteligencia artificial que necesita de la transparencia de sus clientes / rehenes para diseñar los entornos digitales a partir de sus intereses. Queriendo o no queriendo, sabiendo o no sabiendo, a partir del 1 de marzo de 2012 todos los usuarios pasarán a crear valor y a trabajar para Google Inc.

* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ. Columna publicada en la sección de Tecnología de Télam. Sin licencia.

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